Kashbad “Arrakala”

Arrakala, grieta.

Las grietas crean nuevos caminos, quebrando lo anterior y abriendo nuevas direcciones. Rompiendo, cambiando lo que antes era consistente. Surgen de repente o lentamente, en continuo desarrollo. Se abren sin una dirección concreta, acometiendo en cada golpe, debilitando lo que antes fue robusto. Las grietas no nacen por casualidad, aparecen como si quisieran expresar algo, de manera imprevisible. Pueden estar latentes, ahí, listas para aparecer alguna vez, en algún lugar.

Esa podría ser la actual situación de Kashbad. Todos estos últimos años el grupo ha estado latente, sus miembros han estado embarcados en diferentes aventuras. Ahora, en cambio, ya vienen. Juntos, de la misma manera que cuando colgaron los instrumentos hace ya catorce años: Txiki, Gorka, Sorkun y Gorkita. Partiendo del mismo punto en que lo dejaron años atrás. Desde la distancia que da el tiempo, rompiendo los obstáculos impuestos, abriendo nuevas direcciones, creando nuevos caminos. Saben qué, y saben cúando. Ahora.

Las canciones de este nuevo trabajo han nacido en los ensayos realizados en Bonberenea, y se han grabado, mezclado y masterizado en el estudio de la misma casa, entre febrero y marzo de 2014. Jugando, entre amigos, como los viejos colegas que se juntan para cenar. Sin presión. Sin tener que demostrar nada a nadie. Por el mero placer de crear música y tocarla. Y puede que ésa sea la idea en la que se basa la frescura de los temas de este disco.

Musicalmente, el disco no tiene una sola dirección. Kashbad nunca se ha quedado estancado en el mismo sitio. Su creatividad siempre ha estado en ebullición. En todos sus discos, de uno a otro, incluso dentro de cada trabajo, la evolución ha sido evidente. Y esta vez también es así. Tal vez de manera más clara que nunca. Hoy en día, es más difícil, si cabe, situar al grupo en un solo terreno. Rock, momentos post rock que van más allá, alguna pincelada stoner, dulces melodías pop, distorsión, o hardcore salvaje. De hecho, el universo musical de Kashbad nunca ha tenido una única dirección. Desde sus inicios, ha ido desarrollándose y transformándose, recibiendo nuevas influencias, sin perder el punto de personalidad que identifica al grupo. Y en este disco, también es así.

La grabación, mezcla y masterización ha corrido a cuenta de Karlos Osinaga, íntimo amigo del grupo, también miembro sustituyendo a Gorka Lazkano al bajo en el disco ‘Hesiak’. Técnico también en la grabación de algunas canciones y directos. Conoce de sobra, pues, el grupo; y eso se nota. Ha sabido reflejar su esencia, con un sonido impecable.

Kashbad se muestra más grupo que nunca en esta nueva etapa. El recorrido musical realizado por cada miembro ha tenido influencia en su sonido. El grupo ha crecido, con la fuerza que inyecta la experiencia de los años y el reinicio en un nuevo ciclo. La base rítmica compuesta por Txiki y Gorkita se muestra más sólida que nunca, con golpes de batería de gran personalidad y bajos distorsionados funcionando como un reloj. La presencia de la guitarra es notoria. Los riffs de Gorka son preciosos, siempre sorprenden con nuevos detalles en cada escucha. Por último, Sorkun, con más registros de voz que nunca, jugando con las melodías, desarrollos e intensidades. Amargo o dulce, haciendo voces malabares, creando nuevos registros. Frágil e impetuosa. Absoluta!

Las grietas no tienen marcha atrás. Una vez nacen, están ahí para siempre. Habriéndose camino. De repente o lentamente. Haciéndose camino!

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